...

Pensaba qué pasaría si no estuviese ahora, si en un momento se esfumara su misera existencia. Cambiaría en algo su alrededor? No, simplemente nadie lo notaría; quedaría quizás un pequeño vacio en los demás, que sería olvidado y llenado con tanta rápidez e insignificancia como lo habia sido siempre...

Nadie jamás le había demostrado que valía algo más; que era objeto de subsistencia de alguien y cuánto les cambió la vida a quienes dejó. Ya no podía saberlo.

Y cuántos remordientos quedaron atrás, cuánta pena y cuánto dolor se alegró de dejar. Sin embargo todo ello se volcó y cayó sobre quienes pensó que seguirían igual...

Olvido

Y lloró amargamente cuando comprendió que le había perdido eternamente. Sólo bastaba una palabra suya, para que él volviera, sin más y se quedara a su lado. Lo anhelaba. Pero la sensatez se lo impedía. ¿Qué importa más, la razón y saber que todo irá bien o la locura y la incertidumbre que le causaba su proceder? Aún cuando lo supiera, no era sólo eso.
... Y optó por lo más conveniente...

-Pensé que no lo iba a notar, habiendo miles de personas ahí saludando era algo improbable. No haber hecho algo me hizo sentir culpable en el fondo, aún sin haber actuado premeditadamente.

Kinesiólogo todos los días D: Agradezco que no atienda el fin de semana o ya me veo ahí muerta.

No sé que tan cierto es; el tiempo hubo de darte una mala pasada y ahora te apena mirar atrás?
No es lo mismo. Claro que no. Al menos supiste darte cuenta de ello, aunque de nada ya te sirve.
Quizás el sinismo es mayor o es inherente en mí. Simplemente una vez más. En verdad es bueno no lamentar nada, y creo que te fui sincera en eso.
Si esperabas un yo también, no lo haría, el orgullo es más. Y tampoco lo sentía. xD

Adiós

Saber lo que pensaba le resultaba difícil.
No manejaba las relaciones intrapersonales, apenas podía siquiera poner en orden sus pensamientos. Bastante vulnerable había sido siempre y lo notaban con facilidad. Sobre todo él, quien mantenía un especial interés. A pesar de su amabilidad y cálidas palabras, no conseguía adentrarse más en aquel mundo que parecía tan oscuro y profundo como lo reflejaban sus ojos.
Supo que no lograría conocerlo en cuanto le vió, y supo que viviría en un constante ciclo de mentiras, apaciaguadas de una manera que no lograba entender, pero la hechizaba.
Aún así decidió arriesgarse, confiando en el destino, que la había guiado hasta aquél, sin importarle nada, sin dejar que el arrepentimiento la consumiera ni hoy ni cuando supó que había tomado un trágico camino que la llevó a su fin.

A lot of time ago ...

Hablando con alguien - que hace mucho no hacía- me hizo caer en la cuenta de que había pasado un año. Tiempo en el cual había cambiado mucho, además de otras cosas que me hizo pensar, que claramente se relacionaban, aún cuando no fue esa su intención.
Sinceramente lo único que dijo fue: pasó un año de habernos conocido. La verdad, con un margen de dos meses más y algunos menos también aprox. comenzó una cadena de hechos que ahora parecen distantes. Es obvio el porqué.

Cuando ví el flog del Taklataísmo, sentí nostalgia. Era del 2006 y aún seguía vivo apesar de que el grupo en sí ya murió. Pensar que más del 95% de las fotos era Anime, y una foto de 8º. Recordar cuando llegó la shosho y le quitamos sus CDs a pesar de que no la conocíamos. Cuando venerabamos al dios Taka-Taka y a Maha-Maha. En el almuerzo, cuando no teniamos nada mejor que hacer que cantar canciones de anime; nuestro padre era cualquier cosa comestible y un yoghurt. Pasar por Geney riodan, FLCL (?), y hasta La flor de la juventud. Cuando la shasha se volvió otaku de un día a otro y haciamos prueba de ingreso.

Y otra cosa, los cambios físicos son sorprendentes O.o Cambios de color de pelo , color de ojos, peinado. Tampoco usaba lentes y no me lo alisaba xD.

Alguna vez pensé que no valía la pena mirar atrás, pero es lindo recordar.


PD: Ayer ví esto, y por un momento fui feliz :3 no la había visto, tampoco es rebuscado, pero lo que ví de la serie no pasaba del abrazo x3.

Inexorable regreso

El tiempo le pasó sin dar grandes señales de su paso , parecía lento e imperceptible.
Notó que se quedaba dormido inexorablemente ante cada atardecer, sin cuestionarlo siquiera.
Creía que era distinto, diferente o talvés especial pero no. Y se lo hicieron ver de golpe.
Alguien más en la inmensidad, nadie simplemente.

Aún con eso, a pesar de todo no bastaba y no lo entendía; qué era nunca lo dijo. Más allá de lo que veía le era difícil imaginar; en verdad, únicamente no quería hacerlo, su mente jugaba cada vez que podía y sólo erraba el camino. No era que no le gustaba ello, a veces lo apreciaba, pero ahora ya no había caso.
Con el pasar se dió cuenta del error y cuando consiguió abrir los ojos bajo el cielo estrellado, notó, amargamente, que había caído otra vez en el mismo juego.